lunes, 21 de febrero de 2011

La Muerte


Atravesó la distancia que hay entre la luz y la oscuridad, un sonido penetrante acarició el suave aroma de su soledad. Levitó en medio de su estupor y soñó con los ojos abiertosn en campos enormes , llenos de árboles frondosos, donde dormian hermosos dragones y unicornios brillosos . Tuvo deseos de correr entre los caminos de piedra que entrecruzaban las siembras de frutos primaverales. Observó soles y lunas que acariciaban con ternura y timidez el extraño mundo del erotismo , resguardados entre colinas y cerros lechosos . Se hechó a descansar por un breve momento en un manantial de lágrimas cristalinas y empezó a comer pétalos de jazmines que brotaban por donde posaba su mirada.



Todo era tan hermoso en ese nuevo mundo , sintió pena porque sus seres queridos no estaban junto a él , para disfrutar de tan sublime sueño . Entonces decidió regresar para guiarles el itinerario hacia donde se encontraba Dios y la felicidad , pero no pudo. Por un momento sintió pánico y terror de perderse entre los coloridos telares que adornaban el onírico paisaje, empezó a llorar y agritar cada vez más fuerte los nombres de cada uno de sus seres queridos, entre los escombros de su nostalgia. Pero no pudo dar con ellos , entonces un suspiro fuerte atravesó entre sus labios , como vientos alisios que vagan por la eternidad. Y por fin comprendió que en la muerte, no hay camino de regreso.

De: Joe Guzmán

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